viernes, 21 de diciembre de 2018

Taberna Bardana.

Inauguramos la ronda de opiniones sobre bares y tabernas con este local de reciente apertura. Situado en la calle Marqués de Mondéjar, en la zona de Alhamar, de la capital granadina.Se trata de una taberna pequeña pero coqueta.


Lo primero que captas es la pulcritud del lugar. Se respira aún su flamante inauguración. Barra en forma de ele, con un par de mesas altas y 4 mesas bajas. Nos decantamos por una de las segundas.


Nada más entrar fuimos atendidos y solicitamos 2 cañas y 1 tinto de verano. Cerveza servida en copa, bien tirada y muy fresquita. Las tapas no son a elegir (como en la mayoría de los sitios del centro de Granada).


 La primera ronda de tapas consistió en una fajita de secreto. Nos gustó bastante. De tamaño acertado y sabor muy agradable.


En la segunda ronda de bebidas pedimos la carta. Además de la ésta, hay una pizarra de sugerencias.


No habíamos terminado de decidir qué pedir cuando llegó la segunda ronda de tapas. En esta ocasión se trataba de solomillitos a la plancha sobre una rebanada de pan. Tapa también muy acertada.


Dado lo agradable de la velada, decidimos prolongar nuestra estancia allí y solicitamos dos platos de carta: 1/2 ración de canelones de ternera gratinados con queso Cheddar y una ración de presa ibérica con cous cous.
 Vamos con la media de ración de canelones. Servido de manera individual, en lugar de plato al centro (para mi un acierto). En mi opinión fue lo mejor de la noche. Canelón perfectamente cocinado, relleno de una ternera desmenuzada que, junto con el contraste del gratinado y el queso cheddar, dotaban al plato de muy buen gusto. Disfruté con cada bocado. Muy recomendable,


Al poco tiempo llegó la ración de presa. Bien cocinada, algo pasada de punto pero no seca. Sin embargo, destaco muy positivamente el cous cous que la acompañaba. Aderezado con especias morunas y con una textura crujiente. Si, ya sé que el cous cous no suele distinguirse por ser un plato con texturas crujientes, pero éste si lo era y no le iba nada mal al plato,


Fue el momento de solicitar una tercera ronda de bebidas.  Esta última ronda de tapas consistió en una ensaladilla rusa casera. Cremosa y correcta en cuánto a sabor.


Tras esto pedimos la cuenta, siendo en total algo más de 40€ por tres personas.
Mi opinión de la visita:
No es fácil instalarse en una zona de Granada donde existe una competencia brutal en este sector, pero taberna Bardana ha conseguido dotar a esta zona de Alhamar de un nuevo aire lleno de sabor y buen gusto por la cocina. Creo que cuidan cada pequeño detalle. Les auguro un buen futuro y deseo no equivocarme. Por cierto,comento algo que no me gustaría dejar pasar por alto que para mi fue muy positivo. No en pocos establecimientos de la ciudad, cuando pides algún plato de la carta, suprimen las tapas que acompañan a la bebida manteniendo el precio de la consumición. Es algo que realmente me molesta y con lo que no estoy de acuerdo. Éste no fue el caso, por lo que es un punto mas a favor de este local.
Este blog está dedicado para eso. Dar difusión, siempre de manera subjetiva y arbitraria, a establecimientos que, creemos, deben ser frecuentados por nuestros lectores ya que dan un valor añadido a la zona y a la ciudad, además de resultar una grata experiencia para el consumidor en cuestión. Nos congratulamos de que se instalen sitios así de reciente apertura, porque cuánto mas dura sea la competencia, todos saldremos ganando.

domingo, 2 de diciembre de 2018

Restaurante Maria de la O


Como un niño con zapatos nuevos comenzamos esta andadura en búsqueda de la excelencia culinaria en cualquiera de sus vertientes.
El lugar elegido para la puesta de largo de este blog ha sido el restaurante Maria de la O, situado en carretera de la Sierra, en la capital nazarí.
Se trata de un lugar con encanto, un carmen (casa típica granadina) reformado con muy buen gusto que dota al lugar de un encanto envidiable. Entorno espacioso, decoración vanguardista y limpio.


Nada más entrar fuimos atendidos por la camarera de manera inmediata. Optamos por una cerveza y un vermú. Dichas consumiciones fueron acompañadas por un aperitivo, y resalto lo de aperitivo porque en este lugar no ponen tapa con las bebidas. El aperitivo consistió en un tartar de remolacha y manzana. Atrevido, sin duda. La remolacha no es mi fuerte, por lo que mi opinión al respecto está, claramente, desvirtuada. Mejor callar y que el lector otorgue.


Tras esto, solicitamos la carta para decidirnos sobre qué platos ibamos a pedir para compartir. Comentar que la carta no es muy amplia, pero no quiere decir que esto sea un aspecto negativo.
La elección consistió en mejillones en su concha con naranja y espuma de zanahoria; Albóndigas de rabo de toro con chocolate y mousse de boniato y por último hamburguesa de Ternera Angus con guacamole casero. Vamos con cada uno de los platos.

El primero en llegar fueron los mejillones. Presentación impecable. La cama de hielo picado otorga al plato un toque de sofisticación propio del lugar. Visualmente causa un impacto muy positivo. Lo del sabor ya es otra cosa. La mezcla de la naranja con la espuma de zanahoria y el propio mejillón es, prácticamente, inapreciable. La sensación final del plato es que te has comido algo menos de una docena de mejillones crudos sobre una capa de hielo. ¿De sabor malo? No, el sabor propio de un mejillón. El contraste es nulo.


En cuanto a las albóndigas, la imagen habla por sí sola. Un plato con cinco albóndigas para dos personas (por suerte no hemos venido seis). Bromas aparte, la textura de las albondigas es muy agradable en boca. El chocolate le va sosprendentemente bien a este bocado y el boniato resulta un acompañamiento muy favorable. Lamentamos no haber comido alguna mas porque estaban realmente buenas.


Por último, la hamburguesa nos ha parecido el plato mas flojo de los tres. Previamente, el camarero nos preguntó por el punto de la carne, los que nos hizo crear una expectactivas sobre la hamburguesa que posteriormente ha sido derrumbada. Exceso de guacamole, pan industrial, presentación algo chapucera y un punto de carne pasado. Por no salvarse, no se salvan ni las patatas que acompañaban a la hamburguesa.


No quiero dejar pasar por alto la atención y trato agradable del servicio. Salvo algún despiste puntual, han aportado valor añadido a nuestra visita.
Vamos con mi opinión personal.
Me hubiera gustado abrir este blog con una experiencia mucho mas positiva. No podemos decir que se trata de un lugar donde no se come bien, puesto que esto no es así. Pero si es cierto que, bajo nuestro criterio, creo que existe una despropoción entre la relación calidad (media), cantidad (escasa) y precio (elevado). Lo catalogaría como uno de esos sitios que, si lo recomiendas, no vas a quedar mal con nadie, pero que, probablemente, no te vuelvan a hacer caso en una segunda recomendación.
Estamos seguros de que volveremos en una segunda ocasión ya que este lugar genera una gran expectativa que, lamentablemente, hoy no se ha visto cubierta. Pero en este blog creemos en las segundas oportunidades y queremos derrumbar el mito de que las segundas partes nunca fueron buenas.