lunes, 22 de abril de 2019

Cueva de los Majuelos

Hoy nos toca hablar de uno de los lugares con mas encanto que hemos visitado. No es otro que el restaurante Cueva de los Majuelos, situado en el municipio jiennense de Pegalajar.
En la parte alta de dicha localidad, dentro de una cueva natural, se abre paso el restaurante al que nos referimos, emplazamiento que dota de un atractivo visual tanto en la parte externa, con su amplia terraza como en el interior de la misma.


Nada más acceder, causa impacto la espectacularidad del interior acompañado del juego de luces que dispone. Se trata de un espacio diáfano, aprovechado con las mesas y sillas, situándose al fondo un pequeño escenario, lo que nos hace pensar que es un lugar destinado para la celebración de evento de mayor envergadura.
Llama la atención que las mesas y sillas están vestidas como si de una boda se tratara.




Nos sentamos en la mesa que habíamos reservado previamente y nos tomaron nota de las bebidas mientras ojeábamos la carta. He de comentar que solamente ofrecen una marca de cerveza, Cruzcampo, lo que nos sorprendió, ya que se trata de una marca que tiene tanto adeptos como detractores. Un aspecto que nos pareció negativo dada la limitación en cuánto alternativas.
La oferta culinaria responde a la gastronomía típica de la zona. El local ofrece una carta de menús y raciones. Nuestra elección fue elegir unos cuántos platos para compartir.
Paté de perdiz casero. Se trata de uno de los platos mas reconocibles de la cocina jiennense. Ración generosa de un exquisito paté tradicional con la peculiaridad de un toque de romero. Excelente opción.


El siguiente plato fue otro fundamental de la gastronomía jiennense. Lomo de orza. Al igual que el anterior, ración de tamaño considerable. Destacar que el corte del lomo es algo más grueso de lo que habitualmente suele ser, pero no apreciamos esto como algo negativo, sólo como peculiaridad. Tiene un sabor bastante delicado. Es una ración que, a pesar de la cantidad, no resulta pesada. Opción recomendable.


Tras esto, hizo su presencia las alcachofas confitadas con vieiras, o habría que decir con langostinos. En la carta, esta ración se oferta con vieiras pero al llegar a la mesa, nuestra sorpresa fue ver como las vieiras habían sido sustituidas por langostinos. Entendemos que se ha de comunicar al cliente una variación de este tipo puesto que no se está ofreciendo lo que se ha ofertado. En cuánto las alcachofas, estaban pocos confitadas y algo duras. Fue una decepción absoluta, tanto por la falta de comunicación en la variación de los ingredientes como en el plato en sí.


Por último nos esperaban las mollejas de cordero. Se sirven rebozadas acompañadas de una pequeña ensalada. De sabor resultonas, pero puestos a elegir, hubiésemos preferido que las mollejas estuvieran salteadas al ajillo ya que el rebozado hace que, esta magnífica casquería, pierda potencia en su sabor.


Tras este atracón de comer pedimos la cuenta. Algo menos de 60 euros estos platos junto a tres consumiciones de bebida cada uno.
Mi opinión:
Lugar majestuoso. Un deleite visual en un entorno único. Me congratuló encontrar un lugar en el que se ensalce la gastronomía jiennense, que tiene muchos y muy buenos productos. Cocina que está de enhorabuena por la reciente consecución de la primera estrella michelín para la provincia por parte del restaurante Bagá
Creo que no tuvimos suerte en la elección de las dos últimas raciones, por lo expuesto anteriormente. Sin embargo, esta incidencia no hace más que animarnos a tener que volver en otra ocasión para seguir probando las deliciosas viandas que oferta la cueva de los Majuelos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario