lunes, 24 de junio de 2019

Restaurante el Conjuro.

Aprovechando el veraniego mes de Mayo que hemos tenido, decidimos bajar a la playa y deleitarnos con los fantásticos sabores que oferta la costa Granadina.
Hoy nos hemos venido al Restaurante El Conjuro. Uno de los templos culinarios de la CostaTropical.



Situado en la localidad de Calahonda, El Conjuro se ha convertido en un lugar de referencia gastronómico por su buen hacer desde hace años. lo cual no ha pasado desapercibido entre clientes y críticos profesionales.
Situado en segunda línea de playa, el restaurante se compone de un salón diáfano y minimalista y una pequeña terraza en el exterior. Se recomienda realizar reserva antes de acudir.
Nada mas llegar fuimos sentados en una mesita en la terraza y pedimos un par de cañas, que vinieron acompañadas por dos tapitas de arroz bastante bueno. Idóneo tentempié mientras ojeábamos la carta.



Comentar que este establecimiento se caracteriza por su cocina de vanguardia y creativa, predominando el producto de la tierra. En esta ocasión nos decantamos por los siguientes platos:
Para comenzar, una ensalada de brotes con burrata y guacamole casero. El plato iba acompañado con unos nachos y tomate seco confitado. Un plato propio para la época del año y con sabores muy diferentes entre sí pero que al mezclarlos combinaban perfectamente. Nos resultó un acierto comenzar de este modo.


La siguiente ración en aparecer fueron los célebres huevos rotos con foie y boletus. Es uno de los platos mas celebrados en El Conjuro y, a decir verdad, no decepcionad. Un plato de lleno de sabor y cremosidad. Verdaderamente agradable al paladar.


Llegados a este punto, comenzábamos a sentirnos saciados, y es que las raciones son bastante generosas. Calidad y cantidad van de la mano.
En este momento hizo su entrada en escena la carrillada ibérica. El aspecto de la foto hace honor al sabor del plato. Delicado, fino, bien cocinado. Un deleite para nuestro gusto. Por poner un pero, carecía de acompañamiento. Unas verduritas crujientes o un ligero pastel de patata, boniato o cualquier otra cosa hubieran hecho de este plato un auténtico 10.


No queríamos desaprovechar la oportunidad de probar uno de sus postres, aunque bien es cierto que era mas cuestión de gula que de hambre. Pedimos un tiramisú para compartir.
Por supuesto, no defraudó, de textura espumosa, con los sabores perfectamente equilibrados, el tiramisú es uno de los postres mas difíciles de ejecutar.


Un perfecto broche final para un fantástico almuerzo.
Tras esto pedimos la cuenta, siendo algo mas de 80€ por 3 rondas de bebidas mas lo expuesto anteriormente.
Mi opinión:
Estuve en El Conjuro hace unos tres años tras la insistencia de varios compañeros de trabajo y la sorpresa fue mayúscula. Desde entonces no he dejado de seguirlos por redes sociales y los hermanos Torres, regentes del local, han conseguido llamar la atención de propios y extraños gracias al dinamismo de la cocina así como a la creatividad de la misma. Se trata de uno de esos sitios en continúa evolución del que estoy seguro que, de seguir en esta línea, continuará la oleada de reconocimientos gastronómicos de los que viene haciendo gala en los últimos años.
Sin duda, una apuesta segura para disfrutar de un buen momento gastronómico.

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