domingo, 27 de enero de 2019

Restaurante Libanés Rotana

Por motivos de la celebración de las fiestas de San Sebastián, nos hemos desplazado para pasar el fin de semana hasta Palma. Allí, guiados bajo la recomendación de algunos amigos, fuimos a comer al Rotana, un restaurante de comida Libanesa. Os comento la experiencia.
Restaurante situado en la zona de moda de Santa Catalina, núcleo de las tardes de los sábados por su célebre y conocido tardeo. De fácil localización, con un interior acogedor, con aires orientales y elegante. Causa muy buena sensación al entrar.


He de reseñar que es mas grande de lo que parece, ya que el restaurante tiene un segundo salón interior y un pequeño patio.





Nada más llegar ocupamos nuestra mesa, previamente reservada, y pedimos la primera ronda de cervezas. Nos dejamos asesorar y nos decidimos por unas cervezas libanesas, Almaza. Cerveza suave y agradable.


Era nuestra primera experiencia en un Libanés, por lo que solicitamos recomendación a la camarera a la hora de elegir los platos. Éstas fueron las viandas por las que finalmente nos decantamos.
Para abrir boca nos sugirió que optáramos por un Moutabal y un Muhamarah.
El primero consistía en una crema de berenjenas ahumadas, mezcladas con sésamo, aceite de oliva y granadas. El sabor que predominaba en boca era el del ahumado, el cual no me sedujo, pero he de reconocer que me pareció un acierto el toque de las granadas ya que aportaban un toque fresco y afrutado.



El Muhamarah me gustó bastante más. Pimientos rojos asados picados con nueces y aceite oliva. Ambos platos se sirven con pan de pita. El sabor de este plato era bastante más intenso y sucultento.
 

Tras esta primera tanda, llegó el momento de los dos entrantes calientes. Halloumi a la parrilla y Rass Al Asfour. Vamos con cada uno de ellos.
Halloumi a la parrilla o la versión libanesa de un provolone a la plancha. No es algo que nos sorprendiera ya que, como he referido, se trata de un bocado bastante reconocible en la cocina occidental. Estaba bastante bueno, pero por poner un pero, la ración resultó algo escasa.


El plato de Rass Al Asfour consistió en unas salchichas salteadas de cordero en salsa. Verdaderamente delicioso. Fue la elección que mas gustó. Muy recomendable.


Sin mas dilación, hicieron su entrada en la mesa los dos platos principales que nos había recomendado. Shish Barak y Kreides.
Comentar que el Shish Barak no se sirve habitualmente. Se trata de un plato especial que se oferta solamente lo sábados. Consiste en asta libanesa rellena de carne con salsa de yogurt y servido con arroz. Bonita presentación pero poco más. No me pareció un buen contraste la crema espesa de yogurt junto con la pasta y el relleno de la misma que, más bien, pasaba bastante desapercibido. Para ser una de las sugerencias mas demandadas, no me entusiasmó.


El Kreides se trata de una ración de gambones a la parrilla aliñados con ajo y cilantro. Nos gustó mucho el aderezo y los gambones estaban en su punto. Éste si me resultó un acierto.


Para concluir con este festín, tuvimos a bien demandar un surtido de postres propios libaneses. Helado de turrón casero, hojaldres de nueces y almendras y pequeños crepes con azúcar glasse. Por todos es sabido la calidad de la pastelería de la zona del Magreb y oriente medio. No nos dejó para nada indiferentes. Fue un gran colofón.


Resaltar el excelente servicio ofrecido y lo agradable de la estancia. En total, algo mas de 120€ por cuatro comensales, incluyendo además de lo indicado arriba, tres rondas de bebidas.
Mis conclusiones:
Lugar diferente, propio para los amantes de las culturas y gastronomías de otros paises. Una cocina reconocible, dado que son sabores muy familiarizados con los nuestros pero impregnados con el toque propio de su cultura culinaria.
Un viaje por el mediterráneo a través del paladar-

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